martes


Siento vacío. Me estoy por caer; lo sé. A veces tengo de dónde agarrarme, a veces prefiero soltarme de lo que me sostiene.
Pareciera que lo sabés ¿qué está pasando? ¿en qué momento me mirás así?.
Se tu nombre, sabés el mío, me saludás, te saludo, me codeás, te codeo.
Te miro. Me mirás. Nos miramos.Damos vuelta la cara. Acá nadie vió a nadie y yo estoy mirando otra cosa... hablo con gente, no hago nada, me ubico en un lugar estratégico para mirarte, y vos siempre me encontrás, pero no hablamos. Ya no hablamos.
Compartimos cosas, amigos, gustos, amores... pero no lo compartimos más.
Hoy te miré, y quise besarte, pero te pedí un abrazo.
Yo estaba en la escalera, y sentía que me caía, y necesité que me sostengas.
Necesitaba (necesito) sentirte cerca. Me agarraste y no sé que sentiste, qué pensaste, qué te pasó, o si nada.. pero yo quería que los segundos no pasaran, que ese abrazo no terminara, no quería, no podía.
Me sabés débil. Te sé distante.
Pero a veces (sólo a veces) cuando nos miramos, siento que todo lo demás desaparece, y que hay pan para hoy.
Quise decirte que te quiero mientras me abrazabas, pero no pude. Soy débil.Me sé débil. Las palabras no quisieron salir, supongo que mi corazón tiene miedo. Tiene miedo a cualquier tipo de respuesta que me puedas dar: un "yo también te quiero", un beso, un "yo no", un silencio, una mirada, lo peor sería el silencio. "El que calla otorga", dicen. Y otorgaría.
Cuando te veo venir, quiero sentarme en el suelo, y mirarte... y esperar, sentada en el suelo, que me beses.
Pero eso ya no va a pasar. Quiero lo que no puedo tener, cuando lo consigo, no lo disfruto... no lo valoro, no lo cuido a pesar de lo que me haya costado conseguirlo, y lo pierdo. Y recién ahí sé lo que hice.
Te quise mucho, te quiero montones, pero mientras me quisiste, no te supe querer.
sé que no sé devolver el cariño que me dan. Me da pánico que me quieran más de la cuenta, y tengo terror a querer más de lo que aguante mi corazón.
Tengo miedo a pasar por todo OTRA vez, y no poder superarlo, porque a pesar del paso del tiempo, hay gente con la que sigo soñando en silencio.
Y ahora, estoy sentada en la cocina, escribiendo en una hoja de papel, volcando mi corazón, vomitando su verdad, aunque nunca lo vaya a leer.
Dicen que cuando uno tiene la necesidad de tomarse unos mates solos, es porque algo pasa, algo cambia, algo duele. Y lo sé verdad.
Quiero decirte muchas cosas, quiero tantas otras, pero ya no sé si te interesa.
"Yo no besaba para no soñar".
Te besé, me besaste, y todo cambió. ¿Cómo hago ahora para borrarte de mi corazón?
Ahora estoy sentada sola en el suelo, aunque sé que no vas a pasar, pero aún así, estoy esperando que me beses.
Así, sentada en el suelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario